Vivimos en una sociedad, en donde se ha percibido el incremento de 160 partidos políticos aproximadamente, que van en busca al poder gubernamental de nuestro país, de los cuales, los más representativos, son criticados por los sofismas que mantienen, al hacer creer que son los indicados para administrar nuestros tributos. Todo se explica, pues, él estímulo que mantienen es por la búqueda hacia un mejor estatus de vida, hacia el poder adquisitvo de nuestros tributos, poder sin ética y sin moral, donde, él hombre, busca satisfacerse a sí mismo y a su círculo o de cierta forma a las personas, que apoyaron en la candidatura del partido, del favorito. Algunos, con buen estatus económico, otros de relleno son engañados por puestos de trabajos que la necesidad les demanda y dejan de lado los valores, pero, no sé dan cuenta que son utilizados para beneficio de ciertas cúpulas de poder capitalista e influencias hacia un enriquecimiento ilícito.
Los estratos de propuestas partidarias, creen tener la verdad absoluta, la inventiva que se da, para las propuestas por lo general son razonables con la realidad, pero buscan embaucar a la democracia por cierta cantidad de dinero, nos hacen creer que tienen la razón última, para el verdadero cambio de nuestro país. Cambio, que en términos de crecimiento económico, es moderado y exponencial por su gran recuperación después de la crisis, gracias al buen suministro de nuestras reservas. Los partidos conocen muy a fondo las riquezas que el estado mantiene en nuestras reservas, es por ello que acosta de fraudes, de engaños e insolencia a la población, logran el Poder del Estado para llenar sus bolsillos.
Por otro lado, nuestro Perú es un gran país, a pesar del índice de informalidad se mantiene en un 55 a 60 %, aún así, y, hemos crecido en los primeros tres trimestres 2010, dónde el 5.1 % se ve reflejado en el primer trimestre, 10.1 % en el segundo y 9.1 % en el tercer trimestre, según fuentes del INEI y BRCP, y, otra vez, gracias a la inversión privada, que según las estadísticas, vuelve a comprobar, que es, el motor del crecimiento, alcanzando los niveles más altos en los últimos 30 años. Perú es un país selecto, a pesar de la crisis, pues, a nivel mundial emerge a cierres del año y en los años 2011, en un promedio de 6 % de PBI, tomando en cuenta, que, en el 2010 cerrará con una proyección de 7 a 8 % que, equivalentes en dólares es a $ 150 000 millones, lo cual indica que él Perú, tiene un potencial enorme.
Hay que tomar en cuenta, que el desarrollo económico no es un éxito total en nuestro país, pues, no incrementa como debería de serlo, pisando una mina de oro como lo son, la abundancia de productos orgánicos. La idiosincrasia de cada partido es acomodadiza, pues, vivimos y seguimos viviendo en una crisis moral de corrupción, dónde el hombre ha dejado de lado sus convicciones, donde el hombre no hace respetar sus deberes y derechos, donde él hombre esconde el sentimiento humano en busca de la equidad y el bienestar común de todos los peruanos. La riqueza peruana muestra que un 5.2 % casi cerca de 29 millones de peruanos, mantienen un nivel socioeconómico A, gran cúpula de capitalistas que siguen creciendo a costa de sus innovaciones, de sus inversiones pero a beneficio de cierta población. El nivel B, ha incrementado en un 3 %, ahora está en un 17 % y el nivel C y D suman el 63.3 % y el nivel E, que no debería mejorar su calidad de vida, si hubiera, una buena redistribución de los recursos en la inversión pública, si hubiera humanismo, ética y moral hacia nuestros semejantes, aparentemente, disminuye en un 5 %, teniendo un 13.8 % y 11 % que equivale aproximadamente, 4 millones de peruanos en la intemperie sobreviviendo con 1 sol diario, es justo eso. (Fuente: INEI)
Los partidos políticos están llenos de dinero mal habido, dinero que es tomado de nuestros bolsillos. Sin embargo, abundan políticos acomodadizos como los que se han visto y no prefiero mencionar, pero justifican sus acciones respondiéndose: “Si todos él mundo lo hace, por qué yo voy hacer la excepción”, gran paradigma para esconder y sentirnos mejor de lo que realmente hacemos y no pensar en contribuir con el desarrollo de peruanos que nos necesitan. El Perú es un país abundante de recursos, que, cualquier país desearía tener, pero esa abundancia no es explotada por el bien común, no existe la equidad, sólo nos enfocamos en crecer monetariamente.
Para muchos la política no es importante, sin embargo, mantenemos ese sesgo hacia lo que nos debe de importar, ya que, política lo hacemos todos los peruanos, política es hacer valer y respetar nuestros deberes y derechos humanos, es organizar a la población y buscar el bien común sin distinción alguna. El problema radica en el mal manejo y punto de vista que ha acarreado, los antecedentes gubernamentales. Hay que luchar y tú como peruano, tienes que contribuir y hacer frente a la crisis moral, por la que estamos viviendo.
Presentado por: Jorge Alberto Rojas Leysequías
